12/2/08

TOBED. San Valentín

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Foto: DPZ
Viernes, 11 de febrero de 2005

Colaboración leída en el programa “Hoy por hoy” de Radio Zaragoza, dirigido por David Marqueta

¡Estimados amigos!

La naturaleza va despertando poco a poco del profundo sueño invernal. Ese resurgimiento, que contagia a los animales y estimula a las personas, lo celebramos oficialmente el 14 de febrero, festividad de San Valentín.

Tradicionalmente, se consideraba que en esta fecha se apareaban los pajarillos y comenzaban sus nidos. Este día estaba prohibida su caza.

La regeneración y el impulso vital se cristianizarían con el patronazgo de San Valentín, sacerdote que fue martirizado por el emperador romano Claudio II, acusado de casar a los jóvenes. Lo había prohibido porque los soldados casados no eran tan eficientes como los solteros.

A San Valentín se le veneraba para que favoreciese las lluvias y la fertilidad. En la antigua Roma, el 15 de febrero se celebraba el día de la fertilidad o lupercalia.

Se dice que las reinas e infantas de la Corona de Aragón acudían al santo para tener un buen parto. Aunque luego este patrocinio se lo arrebataría San Ramón Nonato.

San Valentín se ha convertido en el patrón universal de los enamorados. Con el tradicional dicho de “cada «Valentín» busca a su «Valentina»” los enamorados comenzaban a intercambiar regalos.

En Aragón, se venera en las fiestas de Lacuadrada, lugar del Somontano oscense. Antes también celebraban fiestas en Abena y en Javierre del Obispo. En Barbastro, el barrio de San Valentín las organiza en verano.

Pero donde se celebra con mayor profusión es en la villa de Tobed, población de la Comunidad de Calatayud, situada al pie de la Sierra de Vicor, en un abrupto y atractivo paraje del valle del río Grío. Al patrón se le venera en su ermita.

De esta fiesta nos informó José Rodrigo Quedo, nacido el 7 de agosto de 1899. Un verdadero ejemplo de longevidad. Cuando el verano pasado mi amigo y compañero José Antonio Adell le llamó por teléfono para felicitarle, no pudo hablar con él. A sus 105 años, José había ido al huerto a buscar calabazas.

Con una salud y memoria prodigiosas, José nos habló de la evolución de la fiesta de San Valentín a lo largo del tiempo y lo hizo junto a la iglesia de Santa María, declarada Monumento Nacional y uno de los edificios más importantes del mudéjar aragonés.

Me despido con parte de un romance, dedicado al día de los enamorados, del querido y recordado costumbrista oscense Pedro Lafuente; así advertía a las mujeres:

Muy señoras mías,
rezad a este santo
pa que vuestro hombre
no os salga matraco.
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10/2/08

El pensamiento de Jesús Valdés

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Jesús Valdés en la pruebas atléticas celebradas con motivo de las Fiestas del Pilar de Zaragoza en 1923

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HISTORIA DEL ATLETISMO ARAGONÉS

Celedonio García Rodríguez


Jesús Valdés dominó la especialidad de salto de altura en los años veinte, destacó también en las especialidades de salto de longitud, triple salto, salto con pértiga, 80 m. vallas, 400 m. y 800 m.

Valdés dio sus primeros pasos deportivos en el "Iberia S.C.", sociedad deportiva que consideraba la verdadera representante de la fuerte y tozuda raza aragonesa, por la voluntad y entusiasmo de sus miembros. En el "Iberia" Valdés obtuvo sus primeros triunfos, revelándose como un futuro campeón en salto de altura. En los campeonatos regionales de 1922 (extraoficiales) batió el récord de Aragón, que estaba en 1'55 m., elevándolo a 1'62 m. (entonces se saltaba de frente).

A partir de este momento, Valdés empezó a entrenarse, cambiando el estilo de frente por el americano. La nueva técnica la aprendió en periódicos deportivos franceses, especialmente el Tres sport, en cuyos artículos se enseñaba la manera de correr, saltar lanzar o practicar cualquier deporte (en España no había ningún periódico deportivo).

En los campeonatos de 1923 ya formaba parte de la "Sociedad Deportiva Universitaria", a la que pasó por su calidad de estudiante, a pesar de sentir abandonar el "Iberia". Este año Valdés dominó todas las pruebas de salto de altura, excepto la celebrada el 18 de mayo, en la que empató con Luís Apraiz, de la misma sociedad, con 1'63 m. Su mayor triunfo lo obtuvo en el campeonato nacional de 1923, al clasificarse en segundo lugar.

La causa de sus triunfos, según Valdés, se debía únicamente al género de vida que llevaba, al revés que la inmensa mayoría de los "jóvenes modernos". Para Valdés, éstos se van para abajo por la pendiente que empieza con el vicio y termina por la degeneración.

Por el contrario, la dirección que se propuso seguir comenzaba con la educación moral y finalizaba por la educación física; siempre guiándose por el aforismo del maestro Rubrik, que decía: «La salud no está en la fuerza, la fuerza está en la salud».

Valdés recomendaba a todo el mundo seguir este aforismo por considerar que era la única manera de crear una raza fuerte y una España grande, términos trasnochados en la actualidad por su acento extremadamente nacionalista. Además, para vencer, aconsejaba "tener una moral muy grande, condiciones, entrenamiento metódico, vida muy regimentada y sobre todo, entusiasmo y muchas ganas de subir, para elevar el atletismo español, base de una raza sana y fuerte.

Jesús Valdés fue un destacado impulsor de la Federación Aragonesa de Atletismo, presidiéndola tras su constitución a finales de mayo de 1923 hasta octubre del mismo año.

En 1932, cuando se iban a celebrar los "III Campeonatos de Aragón", la Federación no disponía de records oficiales, pero, entre las mejores marcas realizadas hasta la fecha, que podrían considerarse como records, Jesús Valdés tenía los de salto de altura (1'69 m.), salto con pértiga (2'89 m.) y triple salto (12'13 m.).


Publicado en la revista Atletismo Aragonés, Nº 10. Octubre-Noviembre-Diciembre de 1998
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