28/1/08

Alberto Murillo, de Leciñena, un corredor de posguerra

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Alberto Murillo ganando en la “Vuelta A Zaragoza”

HISTORIA DEL ATLETISMO ARAGONÉS

Celedonio García Rodríguez

Alberto Murillo Fuertes nació en Leciñena en 1923. La guerra civil le sorprendió en el lado republicano y tuvo que emigrar con su familia a Francia. Volvió en plena posguerra, afincándose en el barrio zaragozano de Villamayor. Fue entonces cuando se inició al atletismo, a la edad de 19 años. Alberto iba con su hermano a trabajar a la azucarera de la Avenida de Cataluña. Este recorrido que hacía todos los días fue un buen entrenamiento para la primera carrera en la que participó, la que se celebraba en su barrio con motivo de las fiestas. Aunque su madre se oponía, se impuso su deseo por participar y acabó en tercer lugar, rivalizando con dos de los mejores atletas aragoneses: Rodolfo Antón y Alejo Romeo.

A los pocos días Murillo participó en la carrera de las fiestas de Peñaflor. Por la mañana tuvo que ir con un carro hasta La Muela; por la tarde, cuando llegó a Peñaflor los corredores ya llevaban una vuelta. Murillo se echó a correr y aún llegó en tercer lugar, a pesar de que corrían Jerónimo Monje, Santiago Martín y Manuel Monzón, entre otros.

Murillo no tardó en participar en otra carrera, la que se disputaba en San Mateo el primer domingo de octubre. En esta ocasión hizo sombra a Alejandro Pérez, quedando por delante de Monje y de Martín. Y días después corría en Montañana, llegando junto a Salas.

Al poco tiempo se presentó en su casa Alejandro Pérez para ficharle por el C.N. Helios. La oposición de su madre no frenó las aspiraciones atléticas de Murillo y en su primera carrera federada, la “Copa de Navidad”, corriendo en la categoría de Neófitos, se impuso a rivales que harían historia en el atletismo aragonés: Sancho (falleció muy joven), Blasco, Binaburo, Guarinos, Teruel, etc. Alberto Murillo estuvo en los clubes de Helios, Arenas y Real Zaragoza. Venció en muchas pruebas federadas, entre ellas una “Vuelta a Zaragoza” llegando por delante de Constantino Miranda, el corredor catalán al que más admiraba Murillo por sus extraordinarias condiciones físicas. Permaneció activo en el atletismo durante una década, hasta que se casó, manteniéndose siempre en los primeros puestos de todas las carreras que disputaba, regionales y nacionales.

. Convivió con varias generaciones de extraordinarios atletas, siendo la suya una de las más brillantes del fondo aragonés. Coincidió con Pérez, Binaburo, Blasco, Bielsa, Sierra, Bergua, Antón, Romeo, Royo y Fontanillas, entre otros. Con todos ellos mantuvo grandes duelos, especialmente con Sierra. Brilló principalmente en las carreras pedestres de los pueblos, durante el verano, momento en el que Alberto Murillo alcanzaba su mejor estado de forma. En invierno entrenaba poco. Eran tiempos difíciles y el trabajo ocupaba la mayor parte del tiempo.

Alberto Murillo fue campeón de Aragón de Cross (1946 y 1947), de 5000 m. (1947). Venció en la “Copa de Navidad” (1946), en la “Vuelta a Zaragoza” (1947 y 1948), en el “Cross de las Arboledas” (1949), en la “Copa de San Valero” (1947), en el “Trofeo de Otoño” (1949), etcétera.

Paco Binaburo, Alberto Murillo y Rodolfo Antón, tres de los mejores corredores de fondo aragoneses de la época.

.En pruebas nacionales, Alberto Murillo fue el atleta más destacado de la expedición aragonesa al Campeonato de España de 1947. En 10.000 m. se clasificó en segundo lugar, por detrás del asturiano Manuel Polo, con un tiempo de 33’ 26”. Aunque quizá la prueba de la que mejor recuerdo guarde sea del Campeonato de España de Cross de 1948 celebrado en Sabadell. Desde el inicio de la prueba se entabló una lucha entre catalanes y aragoneses, intercambiándose los primeros puestos. Sierra y Murillo aguantaron el constante ataque de sus contrarios. Al final, venció José Coll, seguido de Ricardo Yebra. Sierra y Murillo ocuparon, respectivamente, la tercera y cuarta plaza. Por Federaciones, en primer lugar se clasificó Cataluña y en segundo Aragón.

En 1949 Murillo llegó a ser preseleccionado, junto con Sierra, para tomar parte del equipo español en el “Cross de las Naciones” que iba a celebrarse en Dublín.

Publicado en la revista Atletismo Aragonés, Nº 39, Enero-Febrero-Marzo de 2002
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